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martes, 22 de junio de 2010

Edición No. 26 de junio 20 de 2010:

DESPIERTATE, TÚ QUE DUERMES Y TE ALUIMBRARÁ CRISTO.

1. EDITORIAL: ¿CÓMO ESTOY ADMINISTRANDO DINERO, ENERGÍA, TIEMPO Y TALENTO? Por el Pastor de la PIER Ohat Arias Torres.

La mayoría de las personas viven en un afán por alcanzar metas económicas en el menor tiempo posible; concentrando y en muchos de los casos, arriesgando tiempo, energía, talento y bienes para obtener beneficios económicos que al final no les llevan a la satisfacción personal. Esto sucede porque no tienen principios sólidos en sus vidas y si los tienen no los practican. Existen principios que nos guían naturalmente hacia la satisfacción y el bienestar integral; cuando los violamos tomamos un camino equivocado. Los principios se violan de diferentes maneras: en cuanto al dinero a algunos no les alcanza lo que ganan para sostener a su familia porque reciben poco aparentemente y los productos que prefieren son costosos; Otros a pesar de que reciben muchísimo no les alcanza porque gastan demasiado. En cuanto a tiempo, energía y talento, cuando se trata de Las actividades que van con las buenas relaciones familiares y la buena relación con los de la familia de la fe, somos minusválidos porque por cualquier cosa nos excusamos para no hacerlo.

La forma de usar el dinero, el tiempo, las energías y talentos, está ligada a la forma de tomar decisiones; La forma de tomar decisiones está ligada a los principios o a la escala de valores que manejamos; y finalmente, los principios o la escala de valores que manejamos son fruto de nuestro carácter. La forma que tenemos de manejar el dinero, el tiempo, las energías y talentos, demuestra la condición espiritual interna en que nos encontramos, habla de lo que somos como personas y de qué es lo que realmente valoramos en la vida o es prioridad para nosotros.

Cuando se tiene un buen carácter, marcado por principios o valores personales sólidos, se puede tener paciencia y dominio propio para adquirir productos haciendo ahorro, en lugar de adquirirlo a crédito y a doble costo, se puede compartir y/o distribuir dinero, tiempo y energía de manera equilibrada en aquello de lo cual somos responsables o hacemos parte. Si nuestros principios están basados en la Palabra de Dios, la forma en que manejemos nuestras posesiones, el tiempo, energías y talentos mostrará el poco o mucho impacto de esos principios en nuestras vidas.

El cristiano debe cambiar la forma en que se ve con relación a las cosas que le rodean. No debe olvidar que Dios es el Creador y nosotros somos sus criaturas, hemos sido colocados en este mundo para administrarlo (Salmo 8); el dueño está emocionalmente apegado a sus posesiones, el administrador está emocionalmente desprendido de las cosas materiales que maneja (debe manejarlas conforme a las pautas del dueño). El sentirse dueño de las propiedades que se administran lleva al apego emocional de esas propiedades, por eso cuesta tanto deshacerse de las cosas, así nos lo pida el dueño de ellas. Hay que reconocer que todo pertenece a Dios y que somos sólo administradores.

No permita que el afán por adquirir y disfrutar ciertas cosas lo lleve a perder otras que pueden ser prioritarias y a las cuales debería dedicarle mayor y mejor atención como las relaciones familiares, el servicio mutuo entre cristianos, las actividades cristianas, las relaciones con amigos, etc., etc., etc. Piense en las cosas que perecen y en las que permanecen y dedique tiempo, energías y dinero más en aquello que a vida eterna permanece.

2. LA CENA DEL SEÑOR (Parte 3)

De esta manera, el creyente del A.P. celebraba la Pascua como un símbolo del Mesías “que vendría”, pero el creyente del N.P. celebra la Cena del Señor como un símbolo sustancial del Mesías “que ya está en nosotros”.

Como un aspecto curioso, si queremos estar centrados en alguna ordenanza cristiana no debemos recurrir a Cristo sino a los apóstoles, pues Cristo no instituyó el Cristianismo, fueron los apóstoles los que pusieron el fundamento para lo que hoy cnocemos como “cristianismo”. Efesios 4:11-12 dice: “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros,(12) a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo” y antes había mencionado a dos de estos ministerios como los fundadores, en Efesios 2:20: “edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo” Así pues Cristo encargó a los apóstoles de fundar la iglesia y a los profetas de entregar el compendio pactal, es decir, el Nuevo Testamento. Así que, los apóstoles y los profetas son los fundadores de lo que se conoce sociológicamente como Cristianismo, y bíblicamente como Iglesia.

¿Qué es y cómo se celebra la Cena del Señor?

El único texto base para hablar de la Cena del Señor es 1 Corintios 11. 17-34 y de allí podemos concluir lo siguiente:

A. La Cena del Señor es una reunión de iglesia. “Pero al anunciaros esto que sigue, no os alabo; porque no os congregáis para lo mejor, sino para lo peor. (18) Pues en primer lugar, cuando os reunís como iglesia” no podemos excluir a ningún creyente bajo ninguna circunstancia, pero al mismo tiempo tampoco podemos incluir a algún incrédulo cuando celebramos la Cena del Señor.

B. La Cena del Señor puede afectarse por nuestras malas relaciones. “oigo que hay entre vosotros divisiones; y en parte lo creo. (19) Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones, para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son aprobados”

C. Podemos reunirnos para lo peor, en caso tal sería mejor no reunirnos. “(20) Cuando, pues, os reunís vosotros, esto no es comer la cena del Señor”

D. Los dos problemas de Corinto eran: (¡y el peligro para nosotros hoy en día!)

a. Adelantarse a los otros: (21) Porque al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y uno tiene hambre, y otro se embriaga”

b. Menospreciar a los que no tienen nada: (22) Pues qué, ¿no tenéis casas en que comáis y bebáis? ¿O menospreciáis la iglesia de Dios, y avergonzáis a los que no tienen nada?

3. LOS MARTIRES: LO QUE CUESTA SEGUIR A CRISTO.

Los mártires son las personas que murieron por creer en Jesucristo como Dios hecho carne. La predicación del evangelio ha estado empapada de nuestra sangre, la sangre de nuestros primeros hermanos. Cuando lleguemos al cielo podremos tener detalles minuciosos de la manera cómo murieron, pero por ahora nos toca echar mano de la historia, la historia no inspirada, pero igual, confortable y edificante en el sentido de entregarnos el registro del cumplimiento de la profecía de nuestra amado Señor dada a los primeros discípulos en Mateo 24:9: “Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre” Quiera Dios que esta lectura nos impulse a dejar de lado el miedo y la pena para confesar abiertamente nuestra fe.

Los siguientes datos son tomados textualmente del “ El Libro de los Mártires” escrito por Juan Fox en el siglo XVI.

I. Esteban: Su muerte fue ocasionada por la fidelidad con la que predicó el Evangelio a los entregadores y matadores de Cristo. Fueron excitados ellos a tal grado de furia, que lo echaron fuera de la ciudad, apedreándolo hasta matarlo. La época en que sufrió se supone generalmente como la pascua posterior a la de la crucifixión de nuestro Señor, y en la época de Su ascensión, en la siguiente primavera.

A continuación se suscitó una gran persecución contra todos los que profesaban la creencia en Cristo como Mesías, o como profeta. Alrededor de dos mil cristianos, incluyendo Nicanor, uno de los siete diáconos, padecieron el martirio durante «la tribulación que sobrevino en tiempo de Esteban».

II. Jacobo el Mayor: El siguiente mártir que encontramos en el relato según San Lucas, en la Historia de los Hechos de los Apóstoles, es Jacobo hijo de Zebedeo, hermano mayor de Juan y pariente de nuestro Señor, porque su madre Salomé era prima hermana de la Virgen María. No fue hasta diez años después de la muerte de Esteban que tuvo lugar este segundo martirio. Ocurrió que tan pronto como Herodes Agripa fue designado gobernador de Judea que, con el propósito de congraciarse con los judíos, suscitó una intensa persecución contra los cristianos, decidiendo dar un golpe eficaz, y lanzándose contra sus dirigentes. Clemente de Alejandría. nos dice que cuando Jacobo estaba siendo conducido al lugar de su martirio, su acusador fue llevado al arrepentimiento, cayendo a sus pies para pedirle perdón, profesándose cristiano, y decidiendo que Jacobo no iba a recibir en solitario la corona del martirio. Por ello, ambos fueron decapitados juntos. Estos acontecimientos tuvieron lugar el 44 d.C.

III. Felipe: Nació en Betsaida de Galilea, y fue llamado primero por el nombre de «discípulo». Trabajó diligentemente en Asia Superior, y sufrió el martirio en Heliópolis, en Frigia. Fue azotado, echado en la cárcel, y después crucificado, en el 54 d.C.

IV. Mateo: Su profesión era recaudador de impuestos, y había nacido en Nazaret. Escribió su evangelio en hebreo, que fue después traducido al griego por Jacobo el Menor. Los escenarios de sus labores fueron Partia y Etiopía, país en el que sufrió el martirio, siendo muerto con una alabarda en la Ciudad de Nadaba en el año 60 d.C.

V. Jacobo el Menor: Fue escogido para supervisar las iglesias de Jerusalén, y fue autor de la Epístola adscrita a Jacobo, o Santiago, en el canon sagrado. A la edad de noventa y nueve años fue golpeado y apedreado por los judíos, y finalmente le abrieron el cráneo con un garrote de batanero.

VI. Matías: De él se sabe menos que de la mayoría de los discípulos; fue escogido para llenar la vacante dejada por Judas. Fue apedreado en Jerusalén y luego decapitado.

VII. Andrés: Hermano de Pedro, predicó el evangelio a muchas naciones de Asia; pero al llegar a Edesa fue prendido y crucificado en una cruz cuyos extremos fueron fijados transversalmente en el suelo. De ahí el origen del término de Cruz de San Andrés.

VIII. San Marcos: Nació de padres judíos de la tribu de Leví. Se supone que fue convertido al cristianismo por Pedro, a quien sirvió como amanuense, y bajo cuyo cuidado escribió su Evangelio en griego. Marcos fue arrastrado y despedazado por el populacho de Alejandría, en la gran solemnidad de su ídolo Serapis, acabando su vida en sus implacables manos.

IX. Pedro; Entre muchos otros santos, el bienaventurado apóstol Pedro fue condenado a muerte y crucificado, como algunos escriben, en Roma. Hegesipo dice que Nerón buscó razones contra Pedro para darle muerte; y que cuando el pueblo se dio cuenta, le rogaron insistentemente a Pedro que huyera de la ciudad. Pedro, ante la insistencia de ellos, quedó finalmente persuadido y se dispuso a huir. Pero, llegando a la puerta, vio al Señor Cristo acudiendo a él, a quien, adorándole, le dijo: «Señor, ¿a dónde vas?» A lo que él respondió: «A ser de nuevo crucificado». Con esto, Pedro, dándose cuenta de que se refería a su propio sufrimiento, volvió a la ciudad. Jerónimo dice que fue crucificado cabeza abajo, con los pies arriba, por petición propia, porque era, dijo, indigno de ser crucificado de la misma forma y manera que el Señor.

X. Pablo: También el apóstol Pablo, que antes se llamaba Saulo, tras su enorme trabajo y obra indescriptible para promover el Evangelio de Cristo, sufrió también bajo esta primera persecución bajo Nerón. Dice Abdías que cuando se dispuso su ejecución, que Nerón envió a dos de sus caballeros, Ferega y Partemio, para que le dieran la noticia de que iba a ser muerto. Al llegar a Pablo, que estaba instruyendo al pueblo, le pidieron que orara por ellos, para que ellos creyeran. Hecho esto, los soldados llegaron y lo sacaron de la ciudad al lugar de las ejecuciones, donde, después de haber orado, dio su cuello a la espada.

XI. Judas: Hermano de Jacobo, era comúnmente llamado Tadeo. Fue crucificado en Edesa el 72 d.C.

XII. Bartolomé: Predicó en varios países, y habiendo traducido el Evangelio de Mateo lenguaje de la India, lo propagó en aquel país. Finalmente fue cruelmente azotado y luego crucificado por los agitados idólatras.

4. EL RINCON DE LOS NIÑOS: ¿POR QUÉ DECIMOS QUE LOS INCREDULOS NO SON NUESTROS AMIGOS?

En este segmento hemos venido diciendo que los incrédulos no son nuestros amigos y con esto lo que decimos entonces es que ellos son nuestros enemigos, pero, esto nos pone en un aprieto frente a ellos, pues, cómo explicarles esto y que nos lo entienden, o cómo decir esto sin que nos agredan.

Ellos, los incrédulos, por cualquier motivo se odian entre ellos, y cuando pueden causarle daño al otro lo hacen y se excusan diciendo que es “justicia”.

Mientras tú no les hagas algo que no les gusta o actúes como ellos quieren que actúes, entonces, ellos te tratarán bien y de seguro que si además siempre te portas bien con ellos, entonces estarán contentos contigo, pero ¿Qué sucede si les dices cosas como “No debes hablar mal de los demás” o, “Hazle caso al profesor”, o, “Hablar con doble sentido es malo delante de Dios”, o¸“Copiarse es pecado” ¿Qué crees que te dirán?

Mientras tú actúes como ellos serán tus “amigos”, pero en el momento en que le digas que sus actuaciones deshonran a Dios, ellos te rechazarán y se burlarán de tí.

Si crees que puedes tener amigos entre los incrédulos, haz la prueba, llega a tu colegio, reúne a esos que consideras “tus amigos” y diles que: “quiero que de ahora en adelante, oremos antes de tomar cualquier decisión, para comprobar la voluntad de Dios al respecto” si aceptan tu propuesta y apoyan tu fe, entonces ¡Eureka! Lo lograste, puedes tener amigos entre los incrédulos.

Ahora bien, esos que andan contigo, que han demostrado ser fieles a tí, ¿Por qué no les has hablado de Cristo? Presenta a tu mejor amigo, y si lo aceptan, de seguro que podrás tener una verdadera amistad, pues para que una amistad sea verdadera, tiene que estar Cristo de por medio, porque Él es la Verdad.

La Biblia nos enseña cómo tratar a nuestros enemigos: Nunca pagar mal por mal, hacer el bien cuando se tenga la oportunidad y nunca hablar mal de ellos.

Recuerda que ellos son tus enemigos, pero tu no eres enemigo de ellos, ¿Qué quiere decir esto? Que los incrédulos ganan con nosotros siempre, pues aunque sean nuestros enemigos y nos hagan el mal, nosotros no somos sus enemigos y siempre les trataremos bien.

Un creyente pierde al tener una amistad con un incrédulo, pues ellos actúan como su padre el Diablo, pero ellos siempre ganan con nosotros, pues aunque seamos sus enemigos, pues nosotros actuamos como Cristo actúa y Cristo nunca respondió la agresión con agresión.

Cristo vivió siempre entre enemigos, sin embargo, nunca negó a Su Padre para ser admitido en el grupo o ser popular. Recuerda lo que Él dijo en Juan 15.18: “Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros”

5. EL ESPACIO DE TEO.

¿Cuántos de nosotros hemos sentido en algún momento que nuestra vida no tiene sentido ni rumbo? Peor aún, cuando llegamos a un estado de depresión tal, que nada de lo que tenga que ver con Dios nos parece atractivo.

Este tipo de depresión hace que muchos terminen alejándose completamente del temor de Dios en sus vidas. Recuerdo a muchas personas que crecieron con migo en la iglesia y muchos hoy no se encuentran, ya sea porque no viven aquí, o porque la iglesia o algunos de sus miembros no les parece, o porque simplemente la idea de Dios en sus vidas no es significativa.

Esta canción es una invitación a no dejar que las circunstancias sean mayor que lo que Dios ofrece. A no dejarnos desaminar al punto que Dios termine siendo secundario en nuestras vidas


BRAZOS CAÍDOS

(Rabito)


Sabes que me desespera, verte de brazos caídos
otra vez te has confundido, y otra vez culpas a Dios
pero déjame decirte, tu ya no eres un extraño
eres parte del rebaño, que el señor viene a buscar

coro
Cuida que no muera la esperanza
mira, hoy con fe tu porvenir
oh habla, con Jesús directamente
y dile, que te indique como ir

Tu camino es esta vida, puede estar lleno de piedras
yo se que podrás con ellas, si levantas tu mirar
ya no vivas de ese modo, se te ve muy abatido
el Señor esta contigo, a donde quiera que tu vas

Hebreos 12: 12-13 "por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas; y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado"


Http://www.youtube.com/watch?V=kjkssr0lwcm&feature=related

Teotiste De Luque

6. EL FRACASO DEL HUMANISMO

La vívida imagen del súper hombre de Nietzsche pendula avergonzada sobre la miseria obesa de los dueños del mundo, esa aristócrata minoría que trafica con la pobreza y miseria de los habitantes tercermundistas de esta tecnificada pero hedonista aldea global.

En las universidades se pregona el conocimiento como la panacea para lograr detener la hecatombe, que pende como la espada de Damocles sobre los arquitectos del mundo, que impávidos observan cómo el conocimiento es incapaz de elevar la valía humana.

Si la universidad es agencia del saber y el saber es la redención de la humanidad, como los estudiosos del comportamiento humano pregonan, no habría tanto tráfico de intereses entre maestros y aprendices por la búsqueda de mejores calificaciones, tampoco fuera necesario asegurar los autos en los parqueaderos de las universidades, pues es de suponer, que el avance intelectual habría liberado hace mucho al mundo desarrollado y académico, de la envidia, el fraude, las amenazas y miles de males más, que involucra a los seres humanos donde quiera que estén.

Los hombres más comprometidos con el planeamiento del mundo, científicos, académicos y humanistas decentes, ya no creen mucho en el sueño de un superhombre capaz de redimirse a sí mismo y legar un mundo mejor a las generaciones subsiguientes, con una mayor expectativa de vida y bienestar.

Al humanismo le urge recomponer la marcha para orientar los esfuerzos hacia el aseguramiento de la supervivencia, pues el cortoplacismo está ganando la batalla y la amenaza del hueco del ozono, el calentamiento global, el colapso del agua y los recursos naturales ya no son exageraciones del Apocalipsis.

Los más honestos visionarios del orbe denuncian el incremento de la inmoralidad, como la principal causa del desastre. Esta preocupación mundial por no poder garantizar un resurgir de la esperanza, empuja al hombre del siglo XXI hacia el auto destierro y al abandono de las posibilidades de darle sentido a su existencia.

La visión del disfrute como punto de llegada y el individualismo que atropella todo lo que se le atraviese, junto a la enajenación mental de las drogas sociales como la música, el sexo desechable, el éxito sin esfuerzo y la búsqueda del placer extático, hacen del súper hombre contemporáneo un miserable ser liviano, irracional, endeble psicológicamente y espiritualmente estúpido.

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“Todo el siglo XX fue un experimento con el secularismo humanista

y a comienzos del siglo XXI se hace evidente

el fracaso y el ridículo del súper hombre”

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El hombre como descendiente del mono no tiene mucho qué hacer ni a dónde ir, pero para los que, tenemos la Revelación de Dios, la esperanza emerge gigante y vencedora, porque no es una esperanza fundada en el logro humanista, sino en el Todopoderoso Creador. Nuestra esperanza se basa en el desprecio por lo banal y cortoplacista a cambio de una existencia con significado y valor eternos.

Para quienes hemos tenido en la fe el poder suficiente y eficiente para adelantarnos al presente y contemplar extasiados el futuro en una tierra nueva donde mora la justicia social y la distribución equitativa de la riqueza, esta hecatombe actual no es más que una señal de que es poco lo que falta y el sufrimiento será un recuerdo borroso y lejano.

Es obvio que para quienes adoran la materia, que hablan de la energía como su dios y ven en el hombre el centro del universo, lo que proponemos de este lado no es más que evidencia de una mente insana, un pensamiento pueril y poco estable psicológicamente, pero sin embargo, la Eterna Palabra de Dios nos consuela cuando detalladamente la historia ha dejado en claro no ser más que el registro de la providencia de Elohim, basada en la Soberanía de un Creador que sagazmente deja sus huellas tanto en la arena como en la roca, para que todos tengan que chocarse con su monumental obra creadora, donde se pronuncia su juicio y gracia al mismo tiempo.

Todo el siglo XX fue un experimento con el secularismo humanista y hoy a comienzos del siglo XXI se hace más evidente el fracaso y el ridículo del súper hombre promulgado por la filosofía griega, que propone al hombre como la medida de todas las cosas y la falso ilusión del súper hombre Nietzscheano.

Esta vergüenza histórica debería conducir a una revisión de los postulados materialistas pero también de los postulados del Cristianismo sin Cristo, ese Cristianismo paralítico por haber colocado como centro al hombre y hacer depender al Creador de la criatura caída y autocomplaciente. Sería una muy prudente decisión ensayar de nuevo con Dios como el centro de todo.

Nosotros, los que tenemos y tememos a la revelación, ya sabíamos lo anunciado en Salmos 39:5: “He aquí, diste a mis días término corto, y mi edad es como nada delante de ti; ciertamente es completa vanidad todo hombre que vive” y esto nos ha impedido caer en un desmedido concepto de lo que somos.

Nuestro valor reside en la maravillosa obra de Dios en nosotros. Para nosotros el protagonista en el escenario que hace que todas las demás voces se callen, es nuestro gran JHVH que sin ambages se atreve a decirnos en Isaías 40:12-28 “¿Quién midió las aguas con el hueco de su mano y los cielos con su palmo, con tres dedos juntó el polvo de la tierra, y pesó los montes con balanza y con pesas los collados?¿Quién enseñó al Espíritu de Jehová, o le aconsejó enseñándole?¿A quién pidió consejo para ser avisado? ¿Quién le enseñó el camino del juicio, o le enseñó ciencia, o le mostró la senda de la prudencia? He aquí que las naciones le son como la gota de agua que cae del cubo, y como menudo polvo en las balanzas le son estimadas; he aquí que hace desaparecer las islas como polvo Como nada son todas las naciones delante de él; y en su comparación serán estimadas en menos que nada, y que lo que no es... ¿No sabéis? ¿No habéis oído? ¿Nunca os lo han dicho desde el principio? ¿No habéis sido enseñados desde que la tierra se fundó? El está sentado sobre el círculo de la tierra, cuyos moradores son como langostas; él extiende los cielos como una cortina, los despliega como una tienda para morar. El convierte en nada a los poderosos, y a los que gobiernan la tierra hace como cosa vana. Como si nunca hubieran sido plantados, como si nunca hubieran sido sembrados, como si nunca su tronco hubiera tenido raíz en la tierra; tan pronto como sopla en ellos se secan, y el torbellino los lleva como hojarasca... dice el Santo. Levantad en alto vuestros ojos, y mirad quién creó estas cosas; él saca y cuenta su ejército; a todas llama por sus nombres; ninguna faltará; tal es la grandeza de su fuerza, y el poder de su dominio. ¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance”

Lo que Dios dice que somos y lo que Él es, es lo absoluto, y aunque podemos relacionarnos personalmente con este maravilloso ser, es claro que Él trasciende su creación. Repitamos al lado de uno de los más grandes hombres que ha producido el mundo en toda su historia, Nabucodonosor, Rey del gran imperio humanista de la antigüedad, en Daniel 4:35: “Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces?”

Lo que Dios ha dicho que sucederá está sucediendo y esto es tan chocante que hace crujir los dientes de los impíos, pero para nosotros no es más que el sonido lejano de la trompeta que anuncia Su victoria. Tengamos cerca de nuestra memoria las palabras de nuestro comandante victorioso en Apocalipsis 3:11: “He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona”

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Esperamos que haya sido de bendición para usted

Para la gloria para nuestro Amado Señor Jesús.

Dentro de algunos días estaremos publicando una nueva edición.

Bendecido, Nuestro deseo es que disfrutes de la Gracia,

la Misericordia y la Paz de nuestro Amado Señor Jesús.

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