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lunes, 9 de agosto de 2010

Edición No. 28 de Agosto 8 de 2010.

“Porque no recibisteis espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor; sino que recibisteis el Espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba! (¡Padre!)”
Romanos 8:15

1. EDITORIAL: PROYECCIÓN DIVINA EN LA MADUREZ DEL CREYENTE Por el Pastor de la PIER Ohat Arias Torres.

La Biblia presenta una proyección de cambios en el ser humano en cuanto a su relación con Dios. El hombre puede pasar por la gracia de Dios, de ser Incrédulo o muerto en sus delitos y pecados, a ser Creyente o nacido de nuevo, (Ef. 2:1-10); de Niño en Cristo después del nuevo nacimiento, a ser Maduro en Cristo, por el desarrollo producto del crecimiento en la dependencia del Espíritu Santo y la Palabra de Dios, (1 Pedro 1:1-3); de ser Carnal o controlado por sus impulsos sensuales a ser espiritual o controlado por el Espíritu Santo, (1 Cor. 3:1-3).

Todo creyente debe ir en un proceso de avance en la vida cristiana que evidencie el fruto que produce el Espíritu Santo en la vida de los redimidos por Cristo. Hay llamado y mandato al crecimiento en todas las áreas de la vida cristiana, y exhortación a dejar rudimentos de la doctrina y características infantiles o de niños hasta llegar a la estatura de la plenitud de Cristo, (Ef. 4:12-16). Para eso Dios envió a anunciar a Cristo, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre, Col. 1:28.

Los creyentes en Corinto podían beber más no comer en el contexto espiritual; no estaban en la capacidad de masticar las enseñanzas, había que triturárselas aún hasta hacérselas bebibles para poder pasarlas. En nuestro tiempo no es diferente, hay dentro de la iglesia algunos a los cuales NO se les puede hablar de ciertas cosas espirituales, porque no disciernen espiritualmente; no son capaces de masticar, tragar y menos digerir algunas cosas. Las características de éstos es evidente en su conducta o andar “como hombres”, (1 Cor. 3:2-3)

La Palabra de Dios presenta que hay sabiduría para hablar entre los que han alcanzado madurez, (1 Cor. 2:6); hay viandas para los espirituales, (1 Cor. 3:1-2); hay alimento sólido para los que han alcanzado madurez, los que han ejercitado sus facultades perceptivas, (Heb. 5:14) y que hay leche para los niños, (1 Cor. 3:1-2). Ahora lo que se espera y presenta las Escrituras es que los niños crezcan en Cristo.

Las Escrituras muchas veces son difíciles de explicar por la poca disposición de los oyentes a la obediencia de lo que se les explica. Por eso mismo hay muchos que debiendo ser maestros después de tanto tiempo en el evangelio, ellos mismos tienen necesidad de que se les VUELVA a enseñar las doctrinas rudimentarias del abc de las Escrituras, (Hebreos 5:11-12); y llegan a ser como niños que necesitan alimento líquido junto con todos los procesos que usan las nodrizas para que éstos pasen los alimentos, como es el ser mimados, entretenidos, emboscados, etc., para poder ingerir los alimentos; esto identifica la inexperiencia de estos hermanos con las Sagradas Escrituras, (Hebreos 5:13).

La idea es que el creyente sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra, y esto está relacionado con la apropiación del carácter y utilidad de la Palabra de Dios, (2 Tim. 3:15-17).

¿En qué lugar o nivel te considera?... evalúalo por las Sagradas Escrituras.

2. LA CENA DEL SEÑOR (CONCLUSIONES)

Anteriormente celebrábamos la Cena del Señor con un pedacito de pan y una copita de vino, ¡No sé de dónde salió esto! pero lo hacíamos sin protestar porque esa era “la forma como lo enseñaron los misioneros” ahora ya un poquito más maduros de entendimiento hemos llegado a la conclusión de que podemos comer y disfrutar de la comunión por medio de la comida, de hecho comer y beber juntos es una muestra de unidad y comunión.

En algunas congregaciones de la AIENC celebramos la Cena con una comida que llamamos “ágape” para recordar el nombre que en la iglesia primitiva se daba a estas reuniones de comida entre hermanos. En estos ágapes cada hermano lleva comida “suficiente” para comer él y su familia pero cuidando de que quede para otros; pero, ¿Y si un hermano no tiene qué llevar? en el momento de informar sobre la Cena del Señor se deja claro que la Cena es “para todos” los que tengan y los que no, de esta manera se intenta impedir incurrir en los mismos pecados de Corinto.

CONCLUSIONES:

1. El símbolo es el pan y el vino, no toda la comida que está presente en la comida fraternal. La cena es una comida que incluye varias cosas, pero el pan y el vino y sólo estos, son los dos elementos de la Cena del Señor, el resto de comida convoca a la comunión y a la sana convivencia entre los hermanos. Los amigos comen juntos. Si nos reunimos para comer la Cena del Señor, el amor y la unidad deben primar.

2. No hay mandato en cuanto a la frecuencia de realizarla pero sí hasta cuándo, es decir “hasta que él venga”

3. Los dos peligros que se mencionan son: el comer su propia comida, lo cual atenta contra la comunión, y el adelantarse a comer egoístamente lo que cada uno ha traído, atenta contra el amor.

4. La Cena del Señor no es la Pascua del A.P. Pascua es Judaísmo; Cena es Cristianismo.

5. La Cena del Señor entre nosotros en AIENC ES un ágape entre hermanos. “(20) Cuando, pues, os reunís vosotros, esto no es comer la cena del Señor. (21) Porque al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y uno tiene hambre, y otro se embriaga. (22) Pues qué, ¿no tenéis casas en que comáis y bebáis?” Se destaca lo siguiente: (a). En estos ágapes cada hermano lleva “su propia cena” pero implícitamente se deja planteada la necesidad de llevar más de lo que se va a consumir. (b). La comida que se lleva es la misma que se consume en casa. “Pues qué, ¿no tenéis casas en que comáis y bebáis?” cada uno tiene casa para comer y beber pero en la Cena del Señor “su propia comida” se transforma en “la comida de todos” y obviamente de esto se desprende una pedagogía práctica de lo que se conoce conceptualmente: comunión es compartir, compartir es comunión.

La cena del Señor es una ordenanza para cualquier grupo de creyentes en cualquier época y lugar, no es una práctica que tenemos como herencia del Judaísmo ni de la Iglesia Católico Romana, como tampoco como es una tradición evangélico protestante.

La Cena convoca a la comunión que es expresión inherente del Cuerpo de Cristo. Cualquier discusión sobre las formas, más debe quedar rezagada frente a la comunión verdadera.

3. EL RINCON DE LOS NIÑOS: PAPA CORRIGE POR AMOR

¿A quién le gusta ser corregido? A nadie ¿Cierto? A veces los padres tienen que corregirnos y de veras no es fácil para ellos tampoco, pero TIENEN QUE HACERLO.

Cuando un árbol se tuerce, hay que ponerle una estaca más fuerte que el árbol y amararlo a ella para que se enderece; cuando un hueso e disloca hay que ponerle yeso e imprimir cierta fuerza para hacer que el hueso se enderece; cuando se está esculpiendo una figura y tiene alguna protuberancia que la afea, se le pasa un esmeril, lija o cuchillo para enderezarla: Todo esto es corregir.

La corrección no es algo fácil, sobre todo si implica dolor físico. El dolor acompaña cada proceso de corrección no importa el tipo que sea, la corrección cambia de intensidad pero siempre es dolorosa.

La intensidad con la que se corrige depende de la docilidad del carácter a mayor dureza de carácter mayor intensidad en la corrección.

Corregir es volver a poner las cosas en su debido lugar u orden. Corregir es hacer que las cosas o las personas vuelvan a ser buenas. Por esto cada vez que se corrige se hace algo bueno. Cuando se hace algo malo sobre algo, esto es destrucción, por eso la corrección se opone a la destrucción.

Si la corrección es algo bueno, entonces lo que se intenta corregir es malo. Si no hay nada malo, entonces no hay lugar para la corrección. Corregir es ponerse de parte del Bien para afectar o impedir el Mal o algo malo.

Cuando no se corrige o no se castiga al que ha hecho algo malo se está impulsando al mal. No corregir lo malo es impulsarlo, cuando no se castiga lo malo, entonces se lo está impulsando.

Cuando se hace algo malo hay que corregirlo. El castigo es bueno porque corrige lo malo. El castigo no es una venganza, sino que es una demostración de amor a quien corrige. Si se ama al hijo se le corrige, pues no hacerlo sería impulsar al hijo a la destrucción.

La corrección nos duele y el dolor actúa como un medicamento preventivo de futuros comportamientos malos. El castigo debe ser entendido como una demostración de amor, no de venganza, pues si no lo entendemos como una forma dura del amor hacia nosotros, tendríamos que admitir que no corregir es lo bueno, pero, debido a que siempre se corrige lo malo, y teniendo en cuenta que el amor es algo bueno, entonces, amor que no corrige no es amor.

Papá corrige porque nos ama. Debemos admitir el castigo como demostración de amor, nunca de venganza.

4. EL PECADO SOCIAL

Algunos antropólogos y sicólogos, están impulsando la idea de un “Pecado social” afirmando que los hombres no son responsables por los hechos pecaminosos. Ellos atribuyen el pecado a condiciones sociales o ambientales, siguiendo el pensamiento del humanista francés Juan Jacobo Roseau que dijo que “el hombre nace bueno y la sociedad lo corrompe” estos estudiosos del comportamiento caído del hombre, intentan aliviar a los pecadores de su responsabilidad frente a sus pecados.

Esto es un disparate bastante arcaico: Adán culpó a Eva por su pecado, y sutilmente puso la culpa en Dios mismo, quien le había dado a Eva. Pero la racionalización de Adán no alteró los hechos. El había pecado responsablemente, es decir bajo su propia responsabilidad. El había ido desde la inclinación hacia Dios, (que Dios mismo había elegido para él) hasta la inclinación para satisfacer su propio deseo, que desde luego, llegó a ser un deseo perverso o pervertido.

Los pecadores no son pecadores cuando comenten algún pecado, son pecadores desde el vientre de sus madres y su naturaleza pecaminosa es lo que los lleva compulsivamente a cometer acciones que están por fuera de la voluntad del Creador todo el tiempo y en toda forma. Si se tomara a un niño y se lo criara al estilo de la historieta de Tarzán, este individuo experimentaría la pecaminosidad de la misma manera como lo hace cualquier criatura que viva en cualquier cosmopolita ciudad de nuestro planeta.

La sociedad es la suma de los individuos y lo que se denomina pecado social no es más que la suma de los pecados de sus individuos, lo cual llega a ser una sociedad pecaminosa, léase, una sociedad enemiga de Dios.

No existe tal pecado social que excuse al individuo de su pecado personal. Cada individuo humano es dos veces culpable: primero por herencia al nacer pecadores y segundo por su propia decisión pecaminosa que sigue los designios de su propio corazón pecaminoso.

Puesto que nadie actúa contra su propia voluntad y cada decisión viene del corazón que es corrompido, pecaminoso y enemigo de Dios, cada decisión es pecaminosa y por lo tanto meritoria del juicio santo de Dios.

5. ABBA, PADRE

´Ab bá´ es la palabra aramea que significa “oh, padre”, “papi” o “papito”. Esta era una de las primeras palabras que aprendía el niño judío para referirse a su padre. Esta palabra involucra intimidad, dignidad y respeto, pero al mismo tiempo era la forma cariñosa de expresarse hacia su progenitor.

Cuando decimos Abba, estamos usando una de las frases que utilizaron cuando oraban “los nazarenos”, como les decían a nuestros primeros hermanos de peregrinaje, en la época post apostólica. De Ahí las dos menciones que de esta palabra hace el Apóstol Pablo. En total, la Escritura menciona tres veces esta palabra, así:

a). Marcos 14:36 registra la oración de nuestro Señor momentos antes de ser entregado en manos del Mal para morir, cuando dice “Y decía: Abba, Padre, todas las cosas son posibles para ti; aparta de mí esta copa; mas no lo que yo quiero, sino lo que tú” Este es el momento más dramático en la vida del Hijo Eterno, todo el programa preestablecido y aprobado en la eternidad por El Elohim, llegaba a un clímax y a una intensidad cósmica impresionante: Dios tendría que morir. Jesús de Nazaret, obediente, sumiso y humillado, mientras, al mismo tiempo, El Todopoderoso, Ilimitado y Omnisapiente Hijo Eterno, se mezclan milagrosamente en una sola entidad personal para elevar la oración más sublime que jamás se haya hecho en toda la eternidad: “Si es posible”… “Tú que TODO puedes”…“pero no yo, sino Tú”

Abba, Padre, Dios Eterno, ¡Papito mío! Tú que eres El Mayor, El Elevado, El Majestuoso, ¡Tú! Soberano Señor de todo, “Si existe una posibilidad, si hay alguna salida para este suceso, desconocida para los demás pero no para Tí, ¿Será posible que…? pero, ¡Por favor!, Tú eres el que gobierna, el que manda y decide, yo sólo estoy suplicante y humillado pensando en que tal vez…

Es más fácil pensar que alguno de nosotros haga una oración como esta, pero no el Hijo Eterno, si embargo, y a pesar de lo incómodo que nos resulta ¡Lo hizo! Jesucristo dijo Abba Padre, si es posible… en su momento crucial, en su momento de mayor dolor e incomodidad, y expresémoslo: ¡de mayor confusión! Por si esto suena extraño, más extraña es la respuesta: ¡No!

Padre, esa frase deliciosa al ser oída en uno de nuestros hijos, dice ¡No! Pero no es indiferente, ni lejano. Este extraño Dios incomprensible y absoluto, envió un ángel para consolar a Su Hijo, en su segundo momento de mayor soledad. Sólo una relación estrecha y calurosa con nuestro padre, puede permitirnos asumir con la entereza de Cristo, los momentos en los que en lugar de una respuesta positiva que nos alivie, recibimos consuelo y el valor para enfrentar lo indeseable, lo doloroso, ¡lo ineludible!

b), Romanos 8:15: “Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!” y
c). Gálatas 4:6: “Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!”
Nuestra oración es la conversación íntima, calurosa y tierna con nuestro amado padre que fue capaz de matar a su Eterno Hijo por nosotros, como la mayor demostración de amor hacia míseros seres enemigos de Él. Por esto es que podemos confiar en Él: pues “¿Cómo no nos dará también con Él todas las cosas?” A pesar de que no nos dé todo lo que pedimos, podemos estar seguros de Su amor y Su tierna paternidad para con nosotros. Por parte nuestra, debemos decir: “no se haga nuestra voluntad, sino la tuya” ¡Abba, Padre!

6. LEER LA BIBLIA EN EL CULTO ES PRIORITARIO

Los padres de la Iglesia nos dicen que en los albores de la Iglesia se reunían “el primer día de la semana” en las casas escogidas por los hermanos para celebrar la resurrección de Cristo.

Hoy a veinte siglos de distancia nos parece que la “forma correcta” de hacer las cosas, es la manera como lo hacemos en nuestras congregaciones, y es lógico que así pensemos, pero en esta apreciación dejamos de lado algunos elementos sustanciales que han tomado otra forma, o lo que en algunos casos es peor, se han convertido en otra cosa.

Por ejemplo, muchos niños espirituales pueden llegar a creer que con ir cada domingo a culto es “suficiente” pero, ¿Suficiente para qué? es como si dijéramos con llegar a la casa una vez por semana es suficiente, ¿Suficiente para qué? La mentalidad que tenemos es que ir a los cultos es como un acuerdo que estamos obligados a cumplir, es como cuando se va a una reunión para firmar la lista de asistencia, porque de ello deviene algún beneficio o se evita algún inconveniente, pero de hecho, no hay interés en la reunión, y normalmente cuando se llega al final se aleja lo más pronto posible, o se va antes de terminar o en el peor caso, firma y se va. ¿Cuántos creyentes están recogiendo su biblia casi antes de terminar y se esfuman tan pronto como se termina el culto?

Echemos una mirada a los cultos de antaño. Primero, eran una celebración: Se celebraba la bendición de ser hijos de Dios, de tener el privilegio de ser sufrir por causa de Cristo y especialmente, de que Cristo hubiera resucitado. Segundo: Se leía la Escritura. Como no se tenían Biblias como las nuestras, el director tomaba el rollo y leía los escritos apostólicos especialmente. Tercero: Los hermanos hablaban sobre su experiencia y sufrimientos por causa de Cristo que habían tenido que soportar durante la semana. Cuarto: Se cantaba algún salmo, o alguna porción de la Biblia que le habían colocado música. Todo esto en un ambiente de fiesta donde el principal motivo de celebrar era la palabra ¡Ma- ran- ata! ¿Sabe que quiere decir? “Cristo viene pronto”.

Estamos comprometidos con leer y leer la Biblia en el culto ¿Por qué? porque la mayoría no la lee durante la semana al igual que en la antigüedad. Ellos porque no la tenían y nosotros ¡Por pura indiferencia y menosprecio de la bendita Palabra de Dios!

7. EL MÁRTIR DE LAS CATACUMBAS (PARTE 1)

Voz Cristiana presenta un extracto del célebre libro anónimo “El mártir de las Catatumbas” como otro ejemplo más de lo que vale seguir a Cristo y de la manera como ha sido regada con sangre cristiana la malvada historia del mundo enemigo de Dios y de nosotros. (Tomado del libro “El Mártir de las Catatumbas, bajado de internet)

…Entró al escenario un anciano, de figura inclinada y cabello blanco plateado. Era de edad muy avanzada. Su aparición fue recibida con gritos de burla e irrisión, él elevó su cabeza al mismo tiempo que pronunció unas pocas palabras. -¿Quién es él? -preguntó Marcelo. -Ese es Alejandro, un maestro de la abominable secta de los cristianos, Es tan obstinado que se niega a retractarse... -Silencio. Escucha lo que está hablando. -Romanos, -dijo el anciano-, yo soy cristiano. Mi Señor murió por mí, y yo gozoso ofrezco mi vida por Él. Un ronco estallido de gritos e imprecaciones salvajes ahogaron su voz. Y antes que aquello hubiera concluido, tres panteras aparecieron saltando hacia él. El anciano cruzó los brazos, y elevando sus miradas al cielo, se le veía mover los labios como musitando sus oraciones. Las salvajes fieras cayeron sobre él mientras oraba de pie, y en cuestión de segundos lo habían destrozado…

…Era una escena espantosa. En medio de la misma fue arrojada una banda de indefensos prisioneros, empujados con rudeza. Se trataba principalmente de muchachas, que de este modo eran ofrecidas a la apasionada turba romana sedienta de sangre. Escenas como ésta habrían conmovido el corazón de cualquiera en quien las últimas trazas de sentimientos humanos no hubiesen sido anuladas. Pero la compasión no tenía lugar en Roma. Encogidas temerosas las infelices criaturas, mostraban la humana debilidad natural al enfrentarse con muerte tan terrible; pero de un momento a otro, algo como una chispa misteriosa de fe las poseía y las hacía superar todo temor. Al darse cuenta las fieras de la presencia de sus presas, empezaron a acercarse. Estas muchachas juntando las manos, pusieron los ojos en los cielos, y elevaron un canto solemne e imponente, que se elevó con claridad y bellísima dulzura hacia las mansiones celestiales: “Al que nos amó, Al que nos ha lavado de nuestros pecados En su propia sangre; A1 que nos ha hecho reyes y sacerdotes, Para nuestro Dios y Padre; A El sea gloria y dominio Por los siglos de los siglos. ¡Aleluya! ¡Amén!”…

…-¿Las catacumbas? preguntó Marcelo a su amigo Lúculo. Es un distrito subterráneo que hay debajo de la ciudad, y cuyos límites nadie conoce. Los cristianos huyen a las catacumbas cada vez que se hallan en peligro; también están ya habituados a enterrar a sus muertos allí. Una vez que logran penetrar allí, se pueden considerar fuera del alcance de los poderes del estado. -Quién hizo las catacumbas? -Nadie sabe con exactitud. El hecho es que han existido allí por muchos siglos. -A la primera señal de alarma todos los cristianos desaparecen por los conductos laterales que se abren por todas partes. Eso decía Lúculo al mismo tiempo que se marchaba. Marcelo hundió su rostro entre las manos, y se sumió en profundos pensamientos. Empero, en medio de su meditación le perseguía, como envolviéndole, la otra cada vez más penetrante de aquella gloriosa melodía que evidenciaba el triunfo sobre la muerte en labios de los condenados a muerte por el simple crimen de ser cristianos: “Al que nos amó. Al que nos ha lavado de nuestros pecados” Ellos, parecen no solamente haber conquistado el temor a la muerte, sino que han aprendido a morir gozosos. ¿Qué poder secreto tienen ellos que llega a inspirar aun a los más jóvenes y a los más débiles de ellos? Cuál es el significado oculto de sus cantos? Mi religión puede solamente tener esperanza que tal vez no seré infeliz; empero, la de ellos les lleva a morir con cantos de triunfo, de regocijo…

…El muchacho le replicó a Marcelo: -Debo negarme. Mis amigos, mis parientes se hallan allá abajo. Antes que conducirle a usted lléveme a la prisión. El niño dio media vuelta. -Yo jamás les traicionaré, ya le he dicho. Antes moriré. Haga conmigo lo que quiera usted -Si yo tuviera malas intenciones, ¿crees te que bajaría sin hacerme acompañar por soldados? -dijo Marcelo. -Pero ¿qué puede querer un soldado, o un pretoriano, con los perseguidos cristianos, sino destruirlos? -Muchacho, yo no tengo malas intenciones. Si tú me guías abajo te juro que no haré nada contra tus amigos. Cuando yo esté abajo, yo seré un prisionero, y ellos pueden hacer conmigo lo que quieran. -¿Me jura usted. que no los traicionará? -Yo juro por la vida de César, y por los dioses inmortales, -dijo Marcelo solemnemente. -Vamos, entonces -dijo el niño-…

…Marcelo pensaba. "Que gente más maravillosa son estos cristianos, que aun en medio de escenarios como éste abrigan su sublime desdén a la muerte." -¡Alto! -exclamó Polio, al mismo tiempo que tenía a su compañero y apagaba la luz de la antorcha que les había guiado hasta aquí. Marcelo obedeció, y miró con profunda avidez al espectáculo que se le ofrecía a la vista. Estaban en una cámara abovedada como de unos cinco metros de alto y diez en cuadro. Y en tan reducido espacio se albergaban como cien personas, hombres, mujeres y niños. El lugar se hallaba iluminado con el reflejo de algunas antorchas que arrojaban su mortecina luz rojiza sobre la asamblea toda. A los presentes se les veía cargados de inquietud y demacrados. ¡Ah, pero la expresión que se veía en ellos no era en lo absoluto de tristeza, ni de miseria ni de desesperación! ¡Más bien una atractiva esperanza iluminaba sus ojos, y en sus rostros se dibujaba un gozo victorioso y triunfal. ¡El alma de este observador fue conmovida hasta lo más íntimo, porque no era sino la confirmación anhelada inconscientemente de todo cuanto había admirado en los cristianos: su heroísmo, su esperanza, su paz, que se fundaban necesariamente en algo, escondido, oculto, lejano para él! Y mientras permanecía estático y silencioso, escuchó el canto entonado con el alma por esta congregación: “Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios todopoderoso. Justos y verdaderos son tus caminos, Tú, oh Rey de los santos. ¿Quién no Te temerá, oh Dios, y ha de glorificar Tu sagrado Nombre? Porque Tú solo eres santo. Porque todas las naciones han de venir y adorar delante De Ti, Porque tus juicios se han manifestado”…

…El dirigente leyó algo en un rollo que hasta el momento era desconocido Marcelo. Era la aseveración más sublime de la inmortalidad del alma, y de la vida después de la muerte. La congregación toda parecía pendiente del majestuoso poder de estas palabras, que parecían transmitir hálitos de vida. Finalmente el lector llegó a prorrumpir en una exclamación de gozo, que arrancó clamores de gratitud y la más entusiasmada esperanza de parte de toda la congregación. Las palabras penetraron al corazón del observador recién llegado, aunque él todavía no comprendía la plenitud de su significado: "¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿dónde, oh sepulcro, tu victoria? ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y la potencia del pecado, la ley. Mas a Dios gracias, que nos da la victoria por el Señor nuestro Jesucristo."…

…El que dirigía levantó la cabeza reverente, extendió los brazos y habló fervientemente con Dios. Se dirigía al Dios invisible como viéndolo, expresaba su confesión e indignidad, y expresaba las gracias por el limpiamiento de los pecados, merced a la sangre expiatoria de Jesucristo. - ¡Ay de mí! exclamó Honorio, juntando las manos al mismo tiempo que caía sentado sobre su asiento. Los otros miraron a Marcelo apesadumbrados, y la mujer, Cecilia, clamó agonizante de dolor. -¡oh, Polio querido! ¡Cómo nos has traicionado!...

…-Yo efectivamente he sido comisionado para conducir los soldados contra vosotros para destruiros. Pero primeramente quiero saber más respecto a vosotros. Yo juro por el Ser supremo
que esta mi visita no os ha de ocasionar ningún daño. Decidme, pues, el secreto de los cristianos.
Honorio contestó, -Tus palabras son ciertas y sinceras. Ahora ya sé que tú no eres espía o enemigo, sino más bien una alma inquisitiva que ha sido enviada aquí por el mismo Espíritu Santo para que conozcas aquello que hace tiempo has estado buscando. Regocíjate, pues, porque todo aquel que viene a Cristo de ninguna manera será desechado. -Has visto hombres y mujeres que han dejado amigos, hogar, honores, y riquezas para vivir aquí en necesidad, temor, dolor; y todo lo han tenido por pérdida por causa de Jesucristo. -Tienes toda la razón, Marcelo, al pensar que hay un gran poder que puede hacer todo esto. Es el conocimiento de la verdad y el amor al Dios viviente. -Lo que tú has buscado por toda tu vida es para nosotros nuestra más cara posesión…

… Honorio musitó unas palabras de oración de gratitud a Dios. A continuación extrajo un manuscrito que desdobló con tierno cuidado. Y siguió diciendo, -Aquí, amado joven; tienes la palabra de vida que nos vino de Dios, que es la que trae tal gozo y paz al hombre. Aquí hallamos todo lo que desea el alma. En estas palabras divinas aprendemos lo que no podemos hallar en ninguna otra parte. Y aunque la mente acaricie estas verdades por toda una vida, con todo nunca llegará a dominar la máxima extensión de las verdades gloriosas. Cuando Honorio llegó a la culminación de la dolorosa historia del Calvario, y al punto cuando Jesús clamó, "Dios mío, Dios mío, ¿porqué me has desamparado?" seguida del grito de triunfo "¡Consumado es!", se pudo oír un profundo suspiro de Marcelo. Y mirando a través de las lágrimas que humedecieron sus propios ojos, Honorio vio la forma de aquel hombre fuerte inclinada y temblando de emoción. Honorio elevó sus ojos al cielo y oró. Los dos habían quedado solos, porque sus compañeros se habían retirado. La tenue luz de una lámpara que estaba en una hornacina detrás de Honorio, iluminaba débil-mente la escena. Y así ambos permanecieron en silencio por un largo tiempo. Finalmente Marcelo levantó la cabeza. -Yo siento -dijo él-, que yo también tuve culpa y causé la muerte del Santo…

…Al pasar al lado de sus tumbas leía cuidadosamente las inscripciones en ellas, y en todas ellas descubría la misma fe inconmovible y la sublime esperanza. Se deleitaba leyéndolas, y el devoto interés que Honorio prestaba a estas piadosas memorias lo convertía en el más simpático de los guías. -Allí dijo Honorio- reposa un testigo de la verdad. Marcelo miró hacia donde le señaló y leyó lo siguiente: PRIMICIO, EN PAZ, DESPUES DE MUCHOS TORMENTOS, EL MAS VALIENTE DE LOS MARTIRES. EL VIVIÓ COMO TREINTA Y OCHO ANOS. ESTE ES UN RECUERDO DE SU ESPOSA QUE AMABA AL QUE BIEN LO MERECIA. -Estos hombres -dijo Honorio, nos enseñan como deben morir los cristianos. Más allá hay otro, que también sufrió lo mismo que Primicio. PABLO FUE MUERTO SUFRIENDO TORTURAS, A FIN DE QUE GOZARA DE LAS ETERNAS BIENAVENTURANZAS. -Y allá dijo Honorio, está la tumba de una noble dama, quien mostró una fortaleza tal que solamente Jesucristo puede conceder aun al más débil de sus seguidores en la hora de la necesidad: CLEMENCIA, TORTURADA, REPOSA, ELLA RESUCITARA…

8. PILAS PRIMO

El dolor viene muchas veces como consecuencia de hacer algo malo y esta es la peor forma de sufrir. Hacer lo bueno también causa dolor pero este dolor es aprobado por Dios. Dios nos capacita para soportar cuando el dolor viene por hacer bien.

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Esperamos que haya sido de bendición para usted
Para la gloria para nuestro Amado Señor Jesús.

Dentro de algunos días estaremos publicando una nueva edición.

Bendecido, Nuestro deseo es que disfrutes de la Gracia,
la Misericordia y la Paz de nuestro Amado Señor Jesús.

martes, 27 de julio de 2010

Edición No. 27 de julio 25 de 2010

Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel,
sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Mateo 25:23

1. EDITORIAL: ¿QUÉ TAN CONTENTO ESTÁ CON LO QUE TIENE AHORA? Por el Pastor de la PIER Ohat Arias Torres.

El creyente debe aprender a estar contento y a disfrutar de la vida sin importar el lugar en el que se encuentra en la supuesta escala social. Debe tener un profundo compromiso de hacer las cosas con excelencia y de avanzar económicamente en la vida; Pero al mismo tiempo Debe disfrutar con intensidad el lugar donde se encuentra en el día de hoy.

La mayoría de los problemas de deudas hoy en día tienen que ver con gente insatisfechas con el nivel de vida que les pueden proveer sus ingresos (personas comprando casa más grande que la que puede pagar, carro más caro que el que debería tener o viviendo en un barrio más costoso del que le convendría vivir).

Muchos creen que aunque el dinero no trae la felicidad, al menos ayuda. La base del materialismo está en creer que los bienes materiales pueden satisfacer las necesidades emocionales y espirituales (alegría, amor, paz, etc.). Pero, aunque el dinero puede comprar una casa, no puede construir un hogar; puede facilitar los medios para un trasplante de corazón, pero no puede proporcionar amor.

No es la pobreza la que desintegra a las familias hoy en día. La vida abundante (prosperidad integral) no depende exclusivamente de la capacidad económica, sino de la forma en que se vive cada día, tiene que ver más con una actitud del corazón que con el estado de una cuenta bancaria. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que el vestido, Mt. 6:25?.

Vivir es la tarea más importante de la vida, y vivir es mucho más que existir; significa dejar de correr tras las cosas materiales y superficiales y comenzar a perseguir las cosas más profundas de la vida. La vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee, Lc. 12:15. Ajuste su nivel de vida y en vez de correr tras metas económicas, decida estar contento con lo que tiene ahora. Anhele y Disfrute los ascensos en su trabajo, dele la bienvenida al aumento salarial, pero no pierda el sueño por ellos. Disfrute lo que tiene ahora, Heb. 13:5.

Piense en lo que Dios le ha dado y busque según la Biblia qué es lo que Dios quiere que haga con eso y cómo hacerlo. El problema en la administración de lo que se nos ha dado a administrar es desconocer, desechar o ignorar las pautas dadas por el dueño de todo, que es Dios. Dios nos ha dado lo que tenemos y así mismo nos dice cómo usarlo, el salirse de ese patrón trae graves consecuencias.

El desviarse de lo que Dios había diseñado en cuanto a la administración de lo que tenían de parte de Dios llevó a Adán y a Eva a la caída. Para desviarse de lo establecido por Dios el diablo presentará muchas alternativas, y todas parecerán fascinantes, de otra manera no caeríamos; se presentará todo como “bueno, agradable a los ojos, codiciable”, pero al final vienen las consecuencias.

Debemos tener claridad de acuerdo a Dios sobre qué es lo que según Él necesitamos, para no caer en adquisiciones de cosas que no son necesarias por medio de deudas, si tiene para adquirir lo que le gusta, adquiéralo y disfrútelo sin depender de aquello, pero no sacrifique lo que es necesario por cosas que no son de primera necesidad según Dios.

2. LA CENA DEL SEÑOR (Parte 4)

5. Es una ordenanza para el Nuevo Pacto: (23) Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado”

6. Los símbolos son pan y vino: “Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; (24) y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí.(25)Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre” La Pascua era una comida donde había cordero y también hierbas amargas, pero estos elementos de la Pascua no pasaron como símbolo en la Cena del Señor.

7. Hay libertad para definir la frecuencia de la celebración: “haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. (26) Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.

8. Puede haber indignidad al participar de la Cena del Señor. “(27) De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. ¿Qué es lo indigno? beber sin discernir el Cuerpo o Iglesia. Al comer la Cena recordamos la muerte expiatoria de Cristo por nosotros y debemos despojarnos de cualquier individualismo, egocentrismo o cualquier otro comportamiento en contra de la unidad corporal.

9. La orden es probarse, comer y beber. “(28) Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa. (29) Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí. En el pasado se enseñaba a que si un hermano al probarse encontraba algún pecado no debía participar de la Cena del Señor, pero es completamente anti bíblico, pues dice “pruébese y coma” no lo algo como “pruébese y no coma”

10. El juicio (temporal) de Dios previene de la condenación (eterna). “(30) Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen. (31) Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados; (32) mas siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo. El comer la Cena del Señor indignamente conduce a que otros hermanos juzguen y esto acarrea el juicio de Dios, para efectos de protegernos del juicio que recibirán los incrédulos.

11. Había una comida lo suficientemente grande como para que le quitara el hambre a algunos y suficiente vino como para emborracharse. “(21) Porque al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y uno tiene hambre, y otro se embriaga” (33) Así que, hermanos míos, cuando os reunís a comer, esperaos unos a otros. (34) Si alguno tuviere hambre, coma en su casa, para que no os reunáis para juicio” si bien es cierto que no había cordero ni hierbas amargas en la Cena del Señor, sí había suficiente comida y suficiente bebida.

3. ASÍ NOS HA PERSEGUIDO EL MUNDO.

“En el mundo tendréis aflicción” dijo nuestro amado Señor a los discípulos y esto se ha venido cumpliendo al pie de la letra. En la actualidad el ataque es diferente y ahora la frescura de la tolerancia permite acampar en los parajes del claroscuro vaivén de la mixtura religiosa humanista, cargada de hedonismo y cultura relativista, cortoplacista y banal, sin embargo, la historia nos recuerda que no siempre ha sido así, que la aparente tranquilidad que respiramos hoy en día no es más que “sólo un cambio de estrategia” de nuestro adversario. La lucha continuará hasta el mismo día de nuestra muerte o del glorioso rapto anunciado.

Voz Cristiana hace un resumen del libro de los mártires tomado de www.Libroselectronicosgratis.com. Deseando estimularle para que investigue más detalles al respecto.

Primera persecución bajo Nerón en el año 67.

Nerón, el sexto emperador de Roma reinó por el espacio de cinco años de una manera tolerable, pero luego dio rienda suelta al mayor desenfreno y a las más atroces barbaridades. Entre otros caprichos diabólicos, ordenó que la ciudad de Roma fuera incendiada. Cuando Nerón descubrió que, su conducta era intensamente censurada decidió inculpar a los cristianos. Esta fue la causa de la primera persecución; Nerón hizo que algunos fueran cosidos en pieles de animales silvestres, antojándolos a los perros hasta que expiraran; a otros los vistió de camisas atiesadas con cera, atándolos a postes, y los encendió en sus jardines, para iluminarlos. Esta persecución fue general por todo el Imperio Romano; pero más bien aumentó que disminuyó el espíritu del cristianismo. Fue durante esta persecución que fueron martirizados San Pablo y San Pedro.

La Segunda persecución, bajo Domiciano, el 81 d.C

El emperador Domiciano, suscitó la segunda persecución contra los cristianos. Entre los numerosos mártires que sufrieron estaban Simeón, obispo de Jerusalén, que fue crucificado, y San Juan, que fue hervido en aceite, y luego desterrado a Patmos. Durante este reinado se redactaron varias historias inventadas, con el fin de dañar a los cristianos. Tal era el apasionamiento de los paganos que si cualquier hambre, epidemia o terremotos asolaban cualquiera de las provincias romanas, se achacaba a los cristianos. Otra dificultad fue que cuando cualquier cristiano era llevado ante los tribunales, se les sometía a un juramento de prueba, y si rehusaban tomarlo, se les sentenciaba a muerte, mientras que si se confesaban cristianos, la sentencia era la misma. Los más destacables entre los numerosos mártires que sufrieron durante esta persecución fueron: Dionisio, el areopaguita, Nicodemo, Timoteo, el célebre discípulo de San Pablo.

La tercera persecución, bajo Trajano, 108 d.C.

En esta persecución murió Ignacio, que había sido designado al obispado de Antioquia, fue entregado a las fieras para ser devorado. Antes de morir escribió una carta a la iglesia de Roma donde decía: “Nada me importa de las cosas visibles o invisibles, para poder sólo ganar a Cristo. ¡Que el fuego y la cruz, que manadas de bestias salvajes, que la rotura de los huesos y el desgarramiento de todo el cuerpo, y que toda la malicia del diablo vengan sobre mí; ¡sea así, si sólo puedo ganar a Cristo Jesús!” E incluso cuando fue sentenciado a ser echado a las fieras, decía, cada vez que oía rugir a los leones: «Soy el trigo de Cristo; voy a ser molido con los dientes de fieras salvajes para que pueda ser hallado pan puro».

La cuarta persecución, bajo Marco Aurelio Antonino, 162 d.C.

Marco Aurelio fue duro y fiero contra los cristianos. Algunos de los mártires eran obligados a pasar, con sus pies ya heridos, sobre espinas, clavos, aguzadas conchas, etc., puestos de punta; otros eran azotados hasta que quedaban a la vista sus tendones y venas.

Policarpo, el venerable obispo de Esmirna, se ocultó al oír que le estaban buscando, pero fue descubierto por un niño. El procónsul le apremió, diciendo: “Jura, y te daré la libertad: Blasfema contra Cristo” Policarpo le respondió: “Durante ochenta y seis años le he servido, y nunca me ha hecho mal alguno: ¿Cómo voy yo a blasfemar contra mi Rey, que me ha salvado?”

La quinta persecución, comenzando con Severo, el 192 d.C.

Severo, recuperado de una grave enfermedad por los cuidados de un cristiano, comenzó a ser un gran favorecedor de los cristianos en general; pero al prevalecer los prejuicios y la furia de la multitud ignorante, se pusieron en acción unas leyes obsoletas contra los cristianos. Víctor, obispo de Roma, sufrió el martirio en el primer año del siglo tercero, el 201 d.C. Leónidas, padre del célebre Orígenes, fue decapitado por cristiano. Calixto, obispo de Roma, sufrió martirio el 224 d.C., pero no se registra la forma de su muerte; Urbano, obispo de Roma, sufrió la misma suerte el 232 d.C.

La sexta persecución, bajo Maximino, el 235 d.C.

El 235 d.C. comenzó, bajo Maximino, una nueva persecución. El gobernador de Capadocia, Seremiano, hizo todo lo posible para exterminar a los cristianos de aquella provincia. Las personas principales que murieron bajo este reinado fueron Pontiano, obispo de Roma; Anteros, un griego, su sucesor, que ofendió al gobierno al recogerlas actas de los mártires. Pamaquio y Quirito, senadores romanos, junto con sus familias enteras, y muchos otros cristianos; Simplicio, también senador, Calepodio, un ministro cristiano, que fue echado al Tiber, Martina, una noble y hermosa doncella; e Hipólito, un prelado cristiano, que fue atado a un caballo indómito, y arrastrado hasta morir.

La séptima persecución, bajo Decio, el 249 d.C.

Estuvo ocasionada en parte por el aborrecimiento que tenía contra su predecesor Felipe, que era considerado cristiano, y tuvo lugar en parte por sus celos ante el asombroso avance del cristianismo; porque los templos paganos comenzaban a ser abandonados, y las iglesias cristianas estaban llenas. Fabiano, obispo de Roma, fue la primera persona en posición eminente que sintió la severidad de esta persecución. Julián, nativo de Cilicia, como nos informa San Crisóstomo, fue arrestado por ser cristiano. Fue metido en una bolsa de cuero, junto con varias serpientes y escorpiones, y echado así al mar.

La octava persecución, bajo Valeriano, 257 d.C.

Ésta comenzó bajo Valeriano, en el mes de abril del 257 d.C., y continuó durante tres años y seis meses. Los mártires que cayeron en esta persecución fueron innumerables, y sus torturas y muertes igual de variadas y penosas.

Esteban, obispo de Roma, fue decapitado aquel mismo año, y por aquel tiempo Saturnino, el obispo ortodoxo de Toulouse, que rehusó sacrificar a los ídolos, fue tratado con todas las más bárbaras indignidades imaginables, y atado por los pies a la cola de un toro. Al darse una señal, el enfurecido animal fue conducido escaleras abajo por las escalinatas del templo, con lo que él fue destrozado el cráneo del digno mártir hasta salírsele los sesos.

La novena persecución bajo Aureliano, 274 d.C.

Los principales que padecieron en esta fueron: Félix, obispo de Roma. Agapito, un joven caballero, que había vendido sus posesiones y dado el dinero a los pobres, fue arrestado como cristiano, torturado, y luego decapitado en Praeneste.

La décima persecución, bajo Diocleciano, 303 d.C.

El día fatal fijado fue el veintitrés de febrero del 303 d.C., el día en que se celebraba la Terminalia, y en el que, como se jactaban los crueles paganos, esperaban terminar con el cristianismo. En el día señalado comenzó la persecución en Nicomedia, en la mañana del cual el prefecto de la ciudad acudió, con un gran número de oficiales y alguaciles, a la iglesia de los cristianos, donde, forzando las puertas, tomaron todos los libros sagrados y los lanzaron a las llamas.

Potros, azotes, espadas, dagas, cruces, veneno y hambre se emplearon en los diversos lugares para dar muerte a los cristianos; y se agotó la imaginación en el esfuerzo de inventar torturas contra gentes que no habían cometido crimen alguno, sino que pensaban de manera distinta de los seguidores de la superstición. La persecución de Diocleciano comenzó a endurecerse de manera particular en el 304 d.C., cuando muchos cristianos fueron torturados de manera cruel y muertos con las muertes más penosas e ignominiosas.

Se ha dicho que las vidas de los cristianos primitivos consistían de “persecución por encima del suelo y oración por debajo del suelo” Sus vidas están expresadas por el Coliseo y las catacumbas. Debajo de Roma están los subterráneos que llamamos las catacumbas, que eran a la vez templos y tumbas. La primitiva Iglesia podría ser llamada con razón la Iglesia de las Catacumbas.

4. EL RINCON DE LOS NIÑOS: PAPA NOS AMA A PESAR DE QUE DIGAN NO.

Cuando nuestros padres nos niegan una petición ¿Cómo nos sentimos? Mal, ¿Cierto? Pensamos que ellos no piensan en nosotros, que siempre se oponen a nuestra felicidad, que siempre están diciendo que no a las cosas que nos agradan.

A veces llegamos a ver a los padres como estorbos de nuestra felicidad, que sólo son unos seres caprichosos que se olvidan que ellos también fueron niños. También es posible que lleguemos a pensar que los tiempos en que ellos fueron niños, los niños eran tontos, o que quizá ellos no estén tan preparados para ser padres como lo estuvieron nuestros abuelos.

Debes recordar cosas como lo siguiente: ¿Quién estuvo al lado tuyo cuando estabas pequeño y en las madrugadas te orinabas y despertabas llorando? ¿Quién te alimentó una y otra vez para que crecieras y fueras el niño fuerte que hoy eres? ¿Si fueran a matarte, y alguno de tus padres estuviera presente, qué haría?

¿Estás convencido de que tus padres serían capaces de dar sus propias vidas por salvar la tuya? Piensa en esto con detenimiento, ¿Qué me negarían mis padres que fuera más importante que su propia vida? Si son capaces de morir por mí, ¿Qué puede ser más importante?

Cuando pides algo a tus padres y la respuesta sea NO, debes de suponer con toda claridad que hay algo MALO o INCONVENIENTE para tí, pues, si debido a que te aman son capaces de morir por ti, ¿Cómo podrían ellos actuar tan raro negándote una cosa mínima?

Los padres hacen TODO en amor. TODO es una muestra de su amor, incluso cuando castigan. Pues al castigar están impidiendo que el mal te corrompa y te dañe permanentemente.

No hagas mala cara ni mucho menos respondas mal ante una negativa de los padres, pues ellos tienen razones BUENAS para no hacer o hacer las cosas que hacen.

Cuando estabas pequeño y tu no eras consiente de lo que pasaba, ellos hicieron lo mejor para ti ¿Por qué de pronto ya no son tan necesarios y especiales? ¿Lo que eres hoy, no es por la manera cómo se han comportado hasta este día?

Recuerda, los padres tienen buenas razones para hacer lo que hacen, pero todo lo que hacen es POR AMOR que tienen hacia ti. Dios te los dio para tu bien y Dios te ama mucho; los padres también.

5. LA MANSEDUMBRE CRISTIANA

Mateo 5.5 dice: “Bienaventurados los mansos” Mansos es praus en griego. Cristo dice según Mateo 11:29: “Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas·

Cristo a pesar de ser el Creador del Universo y el Rey de Reyes y Señor de señores, podía humillarse a sí mismo y descender a lo más bajo. Parte de esto queda demostrado según Mateo 21:5: “Decid a la hija de Sion: He aquí, tu Rey viene a ti, Manso, y sentado sobre una asna”

a. Mansedumbre se relaciona con el fruto Espiritual Gá. 5:22-23 dice: “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley”

b. Mansedumbre se relaciona con la conducta cristiana contraria a la ira. 1 Co 4:21: “¿Qué queréis? ¿Iré a vosotros con vara, o con amor y espíritu de mansedumbre?” Cuando se presenta alguna situación que nos provoque deseo de crear un “ambiente duro” con algún hermano, no debemos olvidar la “blandura” de Cristo. 2 Co 10:1: “Yo Pablo os ruego por la mansedumbre y ternura de Cristo, yo que estando presente ciertamente soy humilde entre vosotros, mas ausente soy osado para con vosotros”

c. Mansedumbre se relaciona con el hecho de que todos somos débiles. Gá. 6:1: “Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado”

d. Mansedumbre se relaciona con la vocación que tenemos. Vocación es el llamado que tiene alguien para hacer algo. En la Comunidad de Dios, debemos protegernos y sobre guardarnos unos a otros. Ef. 4:2: “con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor” Col 3:12-14: “Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto”·

e. Mansedumbre se relaciona con el carácter cristiano. 2 Ti 2:24-26: “Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él”

f. Mansedumbre se relaciona con el trato del creyente con los incrédulos. Tit. 3:1-2: “Recuérdales que se sujeten a los gobernantes y autoridades, que obedezcan, que estén dispuestos a toda buena obra. Que a nadie difamen, que no sean pendencieros, sino amables, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres”

g. Mansedumbre se relaciona con El aprovechamiento de la Palabra de Dios. Stg. 1:21: “Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas”

h. Mansedumbre se relaciona con la sabiduría en la conducta del creyente. Stg. 3:13: “¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre”

i. Mansedumbre se relaciona con la apología cristiana. 1 P. 3:15: “sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros”

j. Mansedumbre se relaciona con el hogar. La mansedumbre se requiere en el trato con los esposos incrédulos (especialmente). Pedro 3:4 dice: “sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios”

En resumen, la palabra mansedumbre significa "suave". En este sentido se usa, por ejemplo, respecto de la brisa suave o de la voz que se deja escuchar con claridad pero de manera grata. Aplicada a las personas, significa "agradable" o “grato”'

En griego, praus se usa respecto a un animal que ha sido domado. Un caballo praus es obediente al bocado y a la rienda o freno, a pesar de que aún conserva la fuerza que lo caracterizó cuando era salvaje.

El creyente praus ha pasado de la fortaleza de un carácter dominado por el orgullo a la fortaleza dominada por la gracia de Dios. Dice Barclay: “Hay docilidad en praus, pero tras esa docilidad está la fuerza del acero, pues la suprema característica del hombre praus es estar bajo un perfecto control. No es una docilidad pusilánime, una ternura sentimentaloide, un quietismo pasivo. Es fuerza bajo control. Números 12:3 nos dice que Moisés era el hombre más "manso" de la tierra, pero ese Moisés era el mismo hombre que actuaba con decisión y se encendía en ira cuando era necesario”

Mansedumbre es fuerza bajo control pero no es autocontrol o autodominio, pues la mansedumbre no es fruto humano. Un hombre manso es alguien que está dominado por el Espíritu Santo y por esto se manifiesta este fruto por medio de él.

6. PILAS PRIMO

El dolor no es malo, es indeseable. Lo malo no es que no sintamos dolor por hacer algo malo. El dolor terapéutico es aquel dolor que nos obliga a evitar hacer algo que nos dañará. El dolor que recibimos por causa de la disciplina es bueno pues nos permite elaborar una conducta preventiva para no volver a realizar el acto pecaminoso.

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Esperamos que haya sido de bendición para usted
Para la gloria para nuestro Amado Señor Jesús.

Dentro de algunos días estaremos publicando una nueva edición.

Bendecido, Nuestro deseo es que disfrutes de la Gracia,
la Misericordia y la Paz de nuestro Amado Señor Jesús.

martes, 22 de junio de 2010

Edición No. 26 de junio 20 de 2010:

DESPIERTATE, TÚ QUE DUERMES Y TE ALUIMBRARÁ CRISTO.

1. EDITORIAL: ¿CÓMO ESTOY ADMINISTRANDO DINERO, ENERGÍA, TIEMPO Y TALENTO? Por el Pastor de la PIER Ohat Arias Torres.

La mayoría de las personas viven en un afán por alcanzar metas económicas en el menor tiempo posible; concentrando y en muchos de los casos, arriesgando tiempo, energía, talento y bienes para obtener beneficios económicos que al final no les llevan a la satisfacción personal. Esto sucede porque no tienen principios sólidos en sus vidas y si los tienen no los practican. Existen principios que nos guían naturalmente hacia la satisfacción y el bienestar integral; cuando los violamos tomamos un camino equivocado. Los principios se violan de diferentes maneras: en cuanto al dinero a algunos no les alcanza lo que ganan para sostener a su familia porque reciben poco aparentemente y los productos que prefieren son costosos; Otros a pesar de que reciben muchísimo no les alcanza porque gastan demasiado. En cuanto a tiempo, energía y talento, cuando se trata de Las actividades que van con las buenas relaciones familiares y la buena relación con los de la familia de la fe, somos minusválidos porque por cualquier cosa nos excusamos para no hacerlo.

La forma de usar el dinero, el tiempo, las energías y talentos, está ligada a la forma de tomar decisiones; La forma de tomar decisiones está ligada a los principios o a la escala de valores que manejamos; y finalmente, los principios o la escala de valores que manejamos son fruto de nuestro carácter. La forma que tenemos de manejar el dinero, el tiempo, las energías y talentos, demuestra la condición espiritual interna en que nos encontramos, habla de lo que somos como personas y de qué es lo que realmente valoramos en la vida o es prioridad para nosotros.

Cuando se tiene un buen carácter, marcado por principios o valores personales sólidos, se puede tener paciencia y dominio propio para adquirir productos haciendo ahorro, en lugar de adquirirlo a crédito y a doble costo, se puede compartir y/o distribuir dinero, tiempo y energía de manera equilibrada en aquello de lo cual somos responsables o hacemos parte. Si nuestros principios están basados en la Palabra de Dios, la forma en que manejemos nuestras posesiones, el tiempo, energías y talentos mostrará el poco o mucho impacto de esos principios en nuestras vidas.

El cristiano debe cambiar la forma en que se ve con relación a las cosas que le rodean. No debe olvidar que Dios es el Creador y nosotros somos sus criaturas, hemos sido colocados en este mundo para administrarlo (Salmo 8); el dueño está emocionalmente apegado a sus posesiones, el administrador está emocionalmente desprendido de las cosas materiales que maneja (debe manejarlas conforme a las pautas del dueño). El sentirse dueño de las propiedades que se administran lleva al apego emocional de esas propiedades, por eso cuesta tanto deshacerse de las cosas, así nos lo pida el dueño de ellas. Hay que reconocer que todo pertenece a Dios y que somos sólo administradores.

No permita que el afán por adquirir y disfrutar ciertas cosas lo lleve a perder otras que pueden ser prioritarias y a las cuales debería dedicarle mayor y mejor atención como las relaciones familiares, el servicio mutuo entre cristianos, las actividades cristianas, las relaciones con amigos, etc., etc., etc. Piense en las cosas que perecen y en las que permanecen y dedique tiempo, energías y dinero más en aquello que a vida eterna permanece.

2. LA CENA DEL SEÑOR (Parte 3)

De esta manera, el creyente del A.P. celebraba la Pascua como un símbolo del Mesías “que vendría”, pero el creyente del N.P. celebra la Cena del Señor como un símbolo sustancial del Mesías “que ya está en nosotros”.

Como un aspecto curioso, si queremos estar centrados en alguna ordenanza cristiana no debemos recurrir a Cristo sino a los apóstoles, pues Cristo no instituyó el Cristianismo, fueron los apóstoles los que pusieron el fundamento para lo que hoy cnocemos como “cristianismo”. Efesios 4:11-12 dice: “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros,(12) a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo” y antes había mencionado a dos de estos ministerios como los fundadores, en Efesios 2:20: “edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo” Así pues Cristo encargó a los apóstoles de fundar la iglesia y a los profetas de entregar el compendio pactal, es decir, el Nuevo Testamento. Así que, los apóstoles y los profetas son los fundadores de lo que se conoce sociológicamente como Cristianismo, y bíblicamente como Iglesia.

¿Qué es y cómo se celebra la Cena del Señor?

El único texto base para hablar de la Cena del Señor es 1 Corintios 11. 17-34 y de allí podemos concluir lo siguiente:

A. La Cena del Señor es una reunión de iglesia. “Pero al anunciaros esto que sigue, no os alabo; porque no os congregáis para lo mejor, sino para lo peor. (18) Pues en primer lugar, cuando os reunís como iglesia” no podemos excluir a ningún creyente bajo ninguna circunstancia, pero al mismo tiempo tampoco podemos incluir a algún incrédulo cuando celebramos la Cena del Señor.

B. La Cena del Señor puede afectarse por nuestras malas relaciones. “oigo que hay entre vosotros divisiones; y en parte lo creo. (19) Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones, para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son aprobados”

C. Podemos reunirnos para lo peor, en caso tal sería mejor no reunirnos. “(20) Cuando, pues, os reunís vosotros, esto no es comer la cena del Señor”

D. Los dos problemas de Corinto eran: (¡y el peligro para nosotros hoy en día!)

a. Adelantarse a los otros: (21) Porque al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y uno tiene hambre, y otro se embriaga”

b. Menospreciar a los que no tienen nada: (22) Pues qué, ¿no tenéis casas en que comáis y bebáis? ¿O menospreciáis la iglesia de Dios, y avergonzáis a los que no tienen nada?

3. LOS MARTIRES: LO QUE CUESTA SEGUIR A CRISTO.

Los mártires son las personas que murieron por creer en Jesucristo como Dios hecho carne. La predicación del evangelio ha estado empapada de nuestra sangre, la sangre de nuestros primeros hermanos. Cuando lleguemos al cielo podremos tener detalles minuciosos de la manera cómo murieron, pero por ahora nos toca echar mano de la historia, la historia no inspirada, pero igual, confortable y edificante en el sentido de entregarnos el registro del cumplimiento de la profecía de nuestra amado Señor dada a los primeros discípulos en Mateo 24:9: “Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre” Quiera Dios que esta lectura nos impulse a dejar de lado el miedo y la pena para confesar abiertamente nuestra fe.

Los siguientes datos son tomados textualmente del “ El Libro de los Mártires” escrito por Juan Fox en el siglo XVI.

I. Esteban: Su muerte fue ocasionada por la fidelidad con la que predicó el Evangelio a los entregadores y matadores de Cristo. Fueron excitados ellos a tal grado de furia, que lo echaron fuera de la ciudad, apedreándolo hasta matarlo. La época en que sufrió se supone generalmente como la pascua posterior a la de la crucifixión de nuestro Señor, y en la época de Su ascensión, en la siguiente primavera.

A continuación se suscitó una gran persecución contra todos los que profesaban la creencia en Cristo como Mesías, o como profeta. Alrededor de dos mil cristianos, incluyendo Nicanor, uno de los siete diáconos, padecieron el martirio durante «la tribulación que sobrevino en tiempo de Esteban».

II. Jacobo el Mayor: El siguiente mártir que encontramos en el relato según San Lucas, en la Historia de los Hechos de los Apóstoles, es Jacobo hijo de Zebedeo, hermano mayor de Juan y pariente de nuestro Señor, porque su madre Salomé era prima hermana de la Virgen María. No fue hasta diez años después de la muerte de Esteban que tuvo lugar este segundo martirio. Ocurrió que tan pronto como Herodes Agripa fue designado gobernador de Judea que, con el propósito de congraciarse con los judíos, suscitó una intensa persecución contra los cristianos, decidiendo dar un golpe eficaz, y lanzándose contra sus dirigentes. Clemente de Alejandría. nos dice que cuando Jacobo estaba siendo conducido al lugar de su martirio, su acusador fue llevado al arrepentimiento, cayendo a sus pies para pedirle perdón, profesándose cristiano, y decidiendo que Jacobo no iba a recibir en solitario la corona del martirio. Por ello, ambos fueron decapitados juntos. Estos acontecimientos tuvieron lugar el 44 d.C.

III. Felipe: Nació en Betsaida de Galilea, y fue llamado primero por el nombre de «discípulo». Trabajó diligentemente en Asia Superior, y sufrió el martirio en Heliópolis, en Frigia. Fue azotado, echado en la cárcel, y después crucificado, en el 54 d.C.

IV. Mateo: Su profesión era recaudador de impuestos, y había nacido en Nazaret. Escribió su evangelio en hebreo, que fue después traducido al griego por Jacobo el Menor. Los escenarios de sus labores fueron Partia y Etiopía, país en el que sufrió el martirio, siendo muerto con una alabarda en la Ciudad de Nadaba en el año 60 d.C.

V. Jacobo el Menor: Fue escogido para supervisar las iglesias de Jerusalén, y fue autor de la Epístola adscrita a Jacobo, o Santiago, en el canon sagrado. A la edad de noventa y nueve años fue golpeado y apedreado por los judíos, y finalmente le abrieron el cráneo con un garrote de batanero.

VI. Matías: De él se sabe menos que de la mayoría de los discípulos; fue escogido para llenar la vacante dejada por Judas. Fue apedreado en Jerusalén y luego decapitado.

VII. Andrés: Hermano de Pedro, predicó el evangelio a muchas naciones de Asia; pero al llegar a Edesa fue prendido y crucificado en una cruz cuyos extremos fueron fijados transversalmente en el suelo. De ahí el origen del término de Cruz de San Andrés.

VIII. San Marcos: Nació de padres judíos de la tribu de Leví. Se supone que fue convertido al cristianismo por Pedro, a quien sirvió como amanuense, y bajo cuyo cuidado escribió su Evangelio en griego. Marcos fue arrastrado y despedazado por el populacho de Alejandría, en la gran solemnidad de su ídolo Serapis, acabando su vida en sus implacables manos.

IX. Pedro; Entre muchos otros santos, el bienaventurado apóstol Pedro fue condenado a muerte y crucificado, como algunos escriben, en Roma. Hegesipo dice que Nerón buscó razones contra Pedro para darle muerte; y que cuando el pueblo se dio cuenta, le rogaron insistentemente a Pedro que huyera de la ciudad. Pedro, ante la insistencia de ellos, quedó finalmente persuadido y se dispuso a huir. Pero, llegando a la puerta, vio al Señor Cristo acudiendo a él, a quien, adorándole, le dijo: «Señor, ¿a dónde vas?» A lo que él respondió: «A ser de nuevo crucificado». Con esto, Pedro, dándose cuenta de que se refería a su propio sufrimiento, volvió a la ciudad. Jerónimo dice que fue crucificado cabeza abajo, con los pies arriba, por petición propia, porque era, dijo, indigno de ser crucificado de la misma forma y manera que el Señor.

X. Pablo: También el apóstol Pablo, que antes se llamaba Saulo, tras su enorme trabajo y obra indescriptible para promover el Evangelio de Cristo, sufrió también bajo esta primera persecución bajo Nerón. Dice Abdías que cuando se dispuso su ejecución, que Nerón envió a dos de sus caballeros, Ferega y Partemio, para que le dieran la noticia de que iba a ser muerto. Al llegar a Pablo, que estaba instruyendo al pueblo, le pidieron que orara por ellos, para que ellos creyeran. Hecho esto, los soldados llegaron y lo sacaron de la ciudad al lugar de las ejecuciones, donde, después de haber orado, dio su cuello a la espada.

XI. Judas: Hermano de Jacobo, era comúnmente llamado Tadeo. Fue crucificado en Edesa el 72 d.C.

XII. Bartolomé: Predicó en varios países, y habiendo traducido el Evangelio de Mateo lenguaje de la India, lo propagó en aquel país. Finalmente fue cruelmente azotado y luego crucificado por los agitados idólatras.

4. EL RINCON DE LOS NIÑOS: ¿POR QUÉ DECIMOS QUE LOS INCREDULOS NO SON NUESTROS AMIGOS?

En este segmento hemos venido diciendo que los incrédulos no son nuestros amigos y con esto lo que decimos entonces es que ellos son nuestros enemigos, pero, esto nos pone en un aprieto frente a ellos, pues, cómo explicarles esto y que nos lo entienden, o cómo decir esto sin que nos agredan.

Ellos, los incrédulos, por cualquier motivo se odian entre ellos, y cuando pueden causarle daño al otro lo hacen y se excusan diciendo que es “justicia”.

Mientras tú no les hagas algo que no les gusta o actúes como ellos quieren que actúes, entonces, ellos te tratarán bien y de seguro que si además siempre te portas bien con ellos, entonces estarán contentos contigo, pero ¿Qué sucede si les dices cosas como “No debes hablar mal de los demás” o, “Hazle caso al profesor”, o, “Hablar con doble sentido es malo delante de Dios”, o¸“Copiarse es pecado” ¿Qué crees que te dirán?

Mientras tú actúes como ellos serán tus “amigos”, pero en el momento en que le digas que sus actuaciones deshonran a Dios, ellos te rechazarán y se burlarán de tí.

Si crees que puedes tener amigos entre los incrédulos, haz la prueba, llega a tu colegio, reúne a esos que consideras “tus amigos” y diles que: “quiero que de ahora en adelante, oremos antes de tomar cualquier decisión, para comprobar la voluntad de Dios al respecto” si aceptan tu propuesta y apoyan tu fe, entonces ¡Eureka! Lo lograste, puedes tener amigos entre los incrédulos.

Ahora bien, esos que andan contigo, que han demostrado ser fieles a tí, ¿Por qué no les has hablado de Cristo? Presenta a tu mejor amigo, y si lo aceptan, de seguro que podrás tener una verdadera amistad, pues para que una amistad sea verdadera, tiene que estar Cristo de por medio, porque Él es la Verdad.

La Biblia nos enseña cómo tratar a nuestros enemigos: Nunca pagar mal por mal, hacer el bien cuando se tenga la oportunidad y nunca hablar mal de ellos.

Recuerda que ellos son tus enemigos, pero tu no eres enemigo de ellos, ¿Qué quiere decir esto? Que los incrédulos ganan con nosotros siempre, pues aunque sean nuestros enemigos y nos hagan el mal, nosotros no somos sus enemigos y siempre les trataremos bien.

Un creyente pierde al tener una amistad con un incrédulo, pues ellos actúan como su padre el Diablo, pero ellos siempre ganan con nosotros, pues aunque seamos sus enemigos, pues nosotros actuamos como Cristo actúa y Cristo nunca respondió la agresión con agresión.

Cristo vivió siempre entre enemigos, sin embargo, nunca negó a Su Padre para ser admitido en el grupo o ser popular. Recuerda lo que Él dijo en Juan 15.18: “Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros”

5. EL ESPACIO DE TEO.

¿Cuántos de nosotros hemos sentido en algún momento que nuestra vida no tiene sentido ni rumbo? Peor aún, cuando llegamos a un estado de depresión tal, que nada de lo que tenga que ver con Dios nos parece atractivo.

Este tipo de depresión hace que muchos terminen alejándose completamente del temor de Dios en sus vidas. Recuerdo a muchas personas que crecieron con migo en la iglesia y muchos hoy no se encuentran, ya sea porque no viven aquí, o porque la iglesia o algunos de sus miembros no les parece, o porque simplemente la idea de Dios en sus vidas no es significativa.

Esta canción es una invitación a no dejar que las circunstancias sean mayor que lo que Dios ofrece. A no dejarnos desaminar al punto que Dios termine siendo secundario en nuestras vidas


BRAZOS CAÍDOS

(Rabito)


Sabes que me desespera, verte de brazos caídos
otra vez te has confundido, y otra vez culpas a Dios
pero déjame decirte, tu ya no eres un extraño
eres parte del rebaño, que el señor viene a buscar

coro
Cuida que no muera la esperanza
mira, hoy con fe tu porvenir
oh habla, con Jesús directamente
y dile, que te indique como ir

Tu camino es esta vida, puede estar lleno de piedras
yo se que podrás con ellas, si levantas tu mirar
ya no vivas de ese modo, se te ve muy abatido
el Señor esta contigo, a donde quiera que tu vas

Hebreos 12: 12-13 "por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas; y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado"


Http://www.youtube.com/watch?V=kjkssr0lwcm&feature=related

Teotiste De Luque

6. EL FRACASO DEL HUMANISMO

La vívida imagen del súper hombre de Nietzsche pendula avergonzada sobre la miseria obesa de los dueños del mundo, esa aristócrata minoría que trafica con la pobreza y miseria de los habitantes tercermundistas de esta tecnificada pero hedonista aldea global.

En las universidades se pregona el conocimiento como la panacea para lograr detener la hecatombe, que pende como la espada de Damocles sobre los arquitectos del mundo, que impávidos observan cómo el conocimiento es incapaz de elevar la valía humana.

Si la universidad es agencia del saber y el saber es la redención de la humanidad, como los estudiosos del comportamiento humano pregonan, no habría tanto tráfico de intereses entre maestros y aprendices por la búsqueda de mejores calificaciones, tampoco fuera necesario asegurar los autos en los parqueaderos de las universidades, pues es de suponer, que el avance intelectual habría liberado hace mucho al mundo desarrollado y académico, de la envidia, el fraude, las amenazas y miles de males más, que involucra a los seres humanos donde quiera que estén.

Los hombres más comprometidos con el planeamiento del mundo, científicos, académicos y humanistas decentes, ya no creen mucho en el sueño de un superhombre capaz de redimirse a sí mismo y legar un mundo mejor a las generaciones subsiguientes, con una mayor expectativa de vida y bienestar.

Al humanismo le urge recomponer la marcha para orientar los esfuerzos hacia el aseguramiento de la supervivencia, pues el cortoplacismo está ganando la batalla y la amenaza del hueco del ozono, el calentamiento global, el colapso del agua y los recursos naturales ya no son exageraciones del Apocalipsis.

Los más honestos visionarios del orbe denuncian el incremento de la inmoralidad, como la principal causa del desastre. Esta preocupación mundial por no poder garantizar un resurgir de la esperanza, empuja al hombre del siglo XXI hacia el auto destierro y al abandono de las posibilidades de darle sentido a su existencia.

La visión del disfrute como punto de llegada y el individualismo que atropella todo lo que se le atraviese, junto a la enajenación mental de las drogas sociales como la música, el sexo desechable, el éxito sin esfuerzo y la búsqueda del placer extático, hacen del súper hombre contemporáneo un miserable ser liviano, irracional, endeble psicológicamente y espiritualmente estúpido.

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“Todo el siglo XX fue un experimento con el secularismo humanista

y a comienzos del siglo XXI se hace evidente

el fracaso y el ridículo del súper hombre”

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El hombre como descendiente del mono no tiene mucho qué hacer ni a dónde ir, pero para los que, tenemos la Revelación de Dios, la esperanza emerge gigante y vencedora, porque no es una esperanza fundada en el logro humanista, sino en el Todopoderoso Creador. Nuestra esperanza se basa en el desprecio por lo banal y cortoplacista a cambio de una existencia con significado y valor eternos.

Para quienes hemos tenido en la fe el poder suficiente y eficiente para adelantarnos al presente y contemplar extasiados el futuro en una tierra nueva donde mora la justicia social y la distribución equitativa de la riqueza, esta hecatombe actual no es más que una señal de que es poco lo que falta y el sufrimiento será un recuerdo borroso y lejano.

Es obvio que para quienes adoran la materia, que hablan de la energía como su dios y ven en el hombre el centro del universo, lo que proponemos de este lado no es más que evidencia de una mente insana, un pensamiento pueril y poco estable psicológicamente, pero sin embargo, la Eterna Palabra de Dios nos consuela cuando detalladamente la historia ha dejado en claro no ser más que el registro de la providencia de Elohim, basada en la Soberanía de un Creador que sagazmente deja sus huellas tanto en la arena como en la roca, para que todos tengan que chocarse con su monumental obra creadora, donde se pronuncia su juicio y gracia al mismo tiempo.

Todo el siglo XX fue un experimento con el secularismo humanista y hoy a comienzos del siglo XXI se hace más evidente el fracaso y el ridículo del súper hombre promulgado por la filosofía griega, que propone al hombre como la medida de todas las cosas y la falso ilusión del súper hombre Nietzscheano.

Esta vergüenza histórica debería conducir a una revisión de los postulados materialistas pero también de los postulados del Cristianismo sin Cristo, ese Cristianismo paralítico por haber colocado como centro al hombre y hacer depender al Creador de la criatura caída y autocomplaciente. Sería una muy prudente decisión ensayar de nuevo con Dios como el centro de todo.

Nosotros, los que tenemos y tememos a la revelación, ya sabíamos lo anunciado en Salmos 39:5: “He aquí, diste a mis días término corto, y mi edad es como nada delante de ti; ciertamente es completa vanidad todo hombre que vive” y esto nos ha impedido caer en un desmedido concepto de lo que somos.

Nuestro valor reside en la maravillosa obra de Dios en nosotros. Para nosotros el protagonista en el escenario que hace que todas las demás voces se callen, es nuestro gran JHVH que sin ambages se atreve a decirnos en Isaías 40:12-28 “¿Quién midió las aguas con el hueco de su mano y los cielos con su palmo, con tres dedos juntó el polvo de la tierra, y pesó los montes con balanza y con pesas los collados?¿Quién enseñó al Espíritu de Jehová, o le aconsejó enseñándole?¿A quién pidió consejo para ser avisado? ¿Quién le enseñó el camino del juicio, o le enseñó ciencia, o le mostró la senda de la prudencia? He aquí que las naciones le son como la gota de agua que cae del cubo, y como menudo polvo en las balanzas le son estimadas; he aquí que hace desaparecer las islas como polvo Como nada son todas las naciones delante de él; y en su comparación serán estimadas en menos que nada, y que lo que no es... ¿No sabéis? ¿No habéis oído? ¿Nunca os lo han dicho desde el principio? ¿No habéis sido enseñados desde que la tierra se fundó? El está sentado sobre el círculo de la tierra, cuyos moradores son como langostas; él extiende los cielos como una cortina, los despliega como una tienda para morar. El convierte en nada a los poderosos, y a los que gobiernan la tierra hace como cosa vana. Como si nunca hubieran sido plantados, como si nunca hubieran sido sembrados, como si nunca su tronco hubiera tenido raíz en la tierra; tan pronto como sopla en ellos se secan, y el torbellino los lleva como hojarasca... dice el Santo. Levantad en alto vuestros ojos, y mirad quién creó estas cosas; él saca y cuenta su ejército; a todas llama por sus nombres; ninguna faltará; tal es la grandeza de su fuerza, y el poder de su dominio. ¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance”

Lo que Dios dice que somos y lo que Él es, es lo absoluto, y aunque podemos relacionarnos personalmente con este maravilloso ser, es claro que Él trasciende su creación. Repitamos al lado de uno de los más grandes hombres que ha producido el mundo en toda su historia, Nabucodonosor, Rey del gran imperio humanista de la antigüedad, en Daniel 4:35: “Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces?”

Lo que Dios ha dicho que sucederá está sucediendo y esto es tan chocante que hace crujir los dientes de los impíos, pero para nosotros no es más que el sonido lejano de la trompeta que anuncia Su victoria. Tengamos cerca de nuestra memoria las palabras de nuestro comandante victorioso en Apocalipsis 3:11: “He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona”

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Esperamos que haya sido de bendición para usted

Para la gloria para nuestro Amado Señor Jesús.

Dentro de algunos días estaremos publicando una nueva edición.

Bendecido, Nuestro deseo es que disfrutes de la Gracia,

la Misericordia y la Paz de nuestro Amado Señor Jesús.